El mercado digital actual se mueve por “ideas-fuerza”, que se convierten en “tendencias” y, cuando se alcanza el grado óptimo de desarrollo tecnológico, se implantan.
En la actualidad la tendencia que está moviendo el mercado es la preparación de las corporaciones para el desarrollo del denominado metaverso, o metaversos, ya que en este momento cada corporación parece que se está construyendo su propio espacio. Es decir, se está evolucionando rápidamente a ese mundo virtual en el que se alcanzarán las mayores cotas de interacción y de inmersión imaginadas entre el ser humano y lo digital.
Gracias a tecnologías ya bastante desarrolladas, en las que podríamos destacar la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual (AR/VR), se están generando experiencias más inmersivas, más fluidas y, sobre todo, con un coste menor, provocando su expansión a un público cada vez mayor. Esto es indicativo de que la tecnología va alcanzando su grado de madurez para el metaverso.
Visto con perspectiva histórica, el tipo de proceso que vivimos ahora, a otro nivel tecnológico, se vivió previamente a la irrupción de las redes sociales (Facebook en 2004 y Twitter que se inauguró en 2006) y el paradigma de la Web 2.0. Previamente a su irrupción se fueron preparando estrategias y tecnologías que aprovecharan el potencial de las redes sociales venideras.
El LMS dentro de la estrategia hacia el metaverso
Previamente a la aparición de estas tendencias: en el apartado de la formación, los LMS (Learning Management System) ya estaban ahí antes de Facebook o Twitter. Ya con sus herramientas sociales o de comunicación, foros o sus servicios de mensajería similares a WhatsApp que todo LMS incluye.
Más adelante, los LMS se nutrieron de algunas herramientas comunitarias de las redes sociales pero lo básico, ya lo tenían ellos. Los usuarios acostumbrados a las plataformas de e-Learning entendieron y gestionaron mucho mejor las plataformas de redes sociales. Al fin y al cabo, estaban ya acostumbrados a todas esas herramientas.
En la actualidad puede que ocurra algo parecido con el metaverso. Sobre todo en formación, será un replica digital ultra-interactiva de un entorno educativo y pondrá a disposición de los alumnos experiencias de aprendizaje nunca vistas. Pero ¿Y qué son entonces nuestros LMS? Pues efectivamente, son lo mismo, replicas virtuales, de nuestros Campus y Centros de formación que emulan., tratan de mejorar, y ofrecen otras posibilidades pedagógicas para lograr experiencia de aprendizaje satisfactorias.
Hagamos un breve repaso de algunos elementos que contiene un LMS y que son similares a los que, a otro nivel de interactividad, nos ofrecerán los metaversos futuros:
1.- Disponen de un ámbito virtual donde compartir e interaccionar con recursos digitales y experiencias (foros, chats, wikis, etc.).
2.- Tenemos IDs de usuario que, incluso. pueden tener avatares
3.- Nos permite la gamificación, desarrollar itinerarios, establecer rankings.
4.- Disponen de un “back office” para la gestión de esos contenidos y de los usuarios.
5.- Nos permiten cuantificar resultados, interacciones, etc. y obtener informes de la actividad en la plataforma que nos permita llevar a cabo un análisis del aprendizaje “Learning Analytics” y mejorar nuestras formaciones.
Seguramente la lista podría continuar, pero la idea que subyace de todo esto es que disponer de un LMS de manera inicial nos ofrece las estructuras básicas de lo que constituirán los metaversos a otro nivel.
Es más, es muy posible que surja la necesidad de que nuestro LMS se deba conectar con nuestro metaverso y así para poder recopilar datos de las acciones que se realizan en un ámbito u otro. Algo en lo que por supuesto se esta trabajando ya.
Sobre los contenidos más participativos y experienciales.
Ya hemos visto que disponer de un LMS se integra totalmente en la estrategia dirigida a la adopción de metaversos, pero hablemos de la evolución de los contenidos digitales que alimentaran el nuevo mundo virtual.
Tanto en un LMS como en un metaverso el contenido es el rey. En el LMS lo que ya se utiliza a nivel de contenidos, en el metaverso se llevará a otro nivel más elevado. Por ejemplo, la gamificación educativa puede ser mucho más inmersiva y realista, o se podrán realizar prácticas de cualquier materia de forma totalmente realista, creciendo la eficiencia de nuestras formaciones exponencialmente.
Hoy en día ya podemos acceder contenidos digitales con niveles de interactividad altos instalados en una plataforma solvente. El desarrollo de píldoras en 2D o 3D en el que usuario navega a través de un árbol de decisiones seria uno de los múltiples ejemplos que se pueden utilizar y que ya están próximos a los comportamientos en el metaverso (ver más ejemplos en: contenidos CRITERIA)
Conclusión: diseñar la estrategia y evolución hacia el metaverso
Para prepararnos para el paso al metaverso en formación necesitamos previamente de ese otro espacio virtual, asequible, practico y alcanzable, el LMS.
El LMS es el ecosistema de aprendizaje digital en el que podemos ya realizar experiencias de aprendizaje únicas relacionadas con el futuro metaverso y con contenidos digitales de impacto.
Sí ya disponemos de un entorno virtual en el que ubicar nuestros contenidos digitales y gestionamos nuestros usuarios/alumnos a través de nuestro LMS, habremos dado un paso necesario en nuestra estrategia corporativa de evolución hacia el metaverso.