En el proceso de comunicación son muchos los factores que intervienen y determinan el resultado final de la interacción. Un buen comunicador los tiene en cuenta y diseña su estrategia en función de ellos. Los contextos, es decir, el medio en el que ocurre el intercambio, conforman una de las partes más interesantes a analizar en el proceso de comunicación. Vamos a detenernos en un contexto o escenario que influye en nuestro estado emocional porque afecta directamente a nuestras sensaciones, condicionado nuestras respuestas en cierta medida. El contexto que vamos a analizar es el físico.
Por contexto físico entendemos los factores que se engloban en el primer nivel de percepción de los interlocutores o, lo que es lo mismo, los elementos que entran dentro del anillo del primer contacto consciente. Estos elementos engloban variables como el lugar en el que se desarrolla la comunicación, la distancia que hay entre los participantes y su ubicación en el espacio, los elementos físicos que se advierten en el lugar y su disposición, tales como la iluminación, los colores, la temperatura ambiente, la amplitud, la colocación de los muebles y demás objetos, la proporcionalidad y simetría de los elementos, el orden, los olores advertidos, los sonidos y otros factores que pueden hacer que nos sintamos cómodos o incómodos. El contexto físico produce una atmósfera que nos predispone para la aceptación del mensaje y del emisor o para su rechazo más absoluto.
Reflexiona sobre este punto tan relevante en la comunicación y a partir de ahora cuídalo. La diferencia en los resultados se halla en los detalles.