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Diversidad generacional: lo que jóvenes y mayores se puede enseñar 

La mayoría de empresas están formadas por plantillas con una amalgama de edades que van desde los veintipocos años de las personas recién licenciadas hasta los sesenta y algo de aquellas que se encuentran en sus últimos años de carrera laboral.
Cristina Fontanet
Cristina Fontanet
Responsable de Marketing y Comunicación

La diversidad generacional en las empresas

Aunque por lo general las personas preferimos rodearnos de gente de una edad similar a la nuestra, ya que conectamos más, en la realidad nos encontramos trabajando bajo el mismo techo y codo con codo con profesionales de varias generaciones (baby boomers, generación X, millenials…), cada una con una serie de expectativas, experiencias y puntos de vista que la hacen única. 

Esto puede resultar difícil de gestionar en varios sentidos, sin embargo, muchos/as directivos/as buscan esta diversidad, conscientes de los beneficios que esta puede aportar, ya que la empresa cuenta con más puntos de vista, una mayor perspectiva y soluciones diversas a la hora de abordar un problema o cumplir con un objetivo común. 

 

Qué pueden aprender jóvenes de mayores 

Lealtad. Hoy en día puede resultar poco común o complicado en algunas empresas, pero las personas más mayores saben que permanecer en una organización que ofrece un buen trato a sus trabajadores/as y reconoce su compromiso tiene recompensa, aunque un cambio de trabajo pueda significar un mejor salario y beneficios en ese momento. 

Habilidades interpersonales. Como casi todo en la vida, las habilidades interpersonales mejoran con la práctica y las personas más mayores llevan mucho más tiempo practicando y aprendiendo de sus errores. Tanto, que muchas se han convertido en animales sociales y son expertas en relacionarse cara a cara con el resto. 

 Experiencia. Los años de experiencia acumulada otorgan una sabiduría y una intuición que permiten tomar decisiones más acertadas y anticipar reacciones. Además, la mayoría de trabajadores/as más mayores están encantados/as de poder transmitir estos conocimientos a las personas más jóvenes de su organización. 

 Resistencia. Los/as mayores han vivido todas las fases y situaciones por las que puede pasar una empresa: reestructuraciones, despidos, crisis financieras, cambios de liderazgo… Estos sucesos les han enseñado a mantener la calma ante la incertidumbre y a seguir adelante enfrentando los nuevos retos que puedan surgir, lo que les da una amplia perspectiva de las cosas. 

 Independencia. A diferencia de lo que sucede hoy en día, donde la juventud está muy protegida, hace años las personas tenían que aprender a valerse si mismas mucho antes, por lo que los/as empleados/as más mayores están acostumbrados/as a solucionar los problemas por si solos/as. 

 Ahorro.La gente mayor está mucho más concienciada en relación al ahorro de parte de sus ingresos para el futuro, mientras que los jóvenes tienden a gastar prácticamente todas sus ganancias. El principal consejo las personas jubiladas a las nuevas generaciones es que empiecen a ahorrar cuanto antes. 

 Equilibrio. Los/as más mayores de la plantilla tienen un mejor manejo de la carga de trabajo. Estas personas han aprendido a lo largo del tiempo a delegar tareas, a rechazar demandas innecesarias y a compaginar sus obligaciones laborales con su vida personal y familiar. 

 

Qué pueden aprender mayores de jóvenes 

 Nuevas tecnologías. Esto es, posiblemente, lo primero que a todos/as se nos viene a la cabeza. Los/as trabajadores/as más jóvenes han nacido con un dispositivo electrónico bajo el brazo y tienen una gran facilidad para aprender a utilizar cualquier tecnología. 

 Cambio. Las personas mayores están acostumbradas a permanecer en una empresa el máximo posible y perciben el cambio de organización como algo negativo. Las jóvenes, por su parte, no tienen miedo a mirar más allá y dejar un trabajo poco satisfactorio, por lo que pueden hacerles ver y entender a las primeras que un cambio puede ser algo revitalizante y extremadamente positivo. 

 Energía, entusiasmo y diversión. Con el paso de los años y la rutina del día a día es normal que la energía y el entusiasmo de los primeros años de vida laboral se vayan difuminando. Estar en contacto con compañeros/as más jóvenes volverá contagiar a los/as mayores de este espíritu. 

 Riesgo. Las personas más mayores de la plantilla han pasado sus carreras respetando los procesos y la jerarquía empresarial, sin tomar riesgos ni salirse de la línea. Hoy en día la forma de pensar ha cambiado completamente y la juventud puede enseñarles a ser más emprendedores/as y a pensar de forma diferente a la establecida. 

 La diversidad generacional beneficia a las organizaciones cuando las diferencias se alinean para trabajar juntas, entendiendo y apreciando lo que el resto puede aportar al conjunto. Sin duda, contar con una plantilla con un amplio rango de edad es una fuente de fortaleza para cualquier organización. 

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